Los paneles
Cada panel lleva dibujada una trama de rostros: de toro, águila y león respectivamente, en las que las caras se superponen generando un efecto óptico de doble imagen. El ojo de uno es la boca de otro y viceversa. El efecto aparece intermitente y nunca simultaneo.
El panel repleto de ocelos advierte a la vez que atrae.
«Fisiología poética. Los ojos son los hermanos superiores de los labios-abren y cierran una gruta más sagrada que la boca (…) Los ojos y la boca tienen una forma parecida. Los párpados son los labios, la pupila es la lengua y el paladar y el iris la garganta. La nariz es la frente de la boca y la frente, la nariz de los ojos. Todo ojo tiene su barbilla en los pómulos.»
NOVALIS: La enciclopedia. Fundamentos. Madrid, 1996. pag 212.
Exactamente así, el ojo y la boca se entrecruzan.
El espectador puede mirar a través del ojo-boca de estos rostros animales. Lo que ve a través de éste es una visión literal.