Taller especular: José Val del Omar

El desarrollo de la actividad de José Val del Omar dentro del ámbito de la cinematografía ha propiciado que el análisis de su obra se lleve a cabo sobre todo dentro de la historia del cine. En este taller se ha pretendido un acercamiento a la figura y obra del cinemista desde el ámbito de las artes plásticas, incidiendo en un aspecto muy concreto: Val del Omar como artífice de sus propios medios y su relación con el artilugio óptico.

Val del Omar patentó diversos inventos dirigidos a un mejor aprovechamiento de los recursos en la industria del cine. Estas mejoras técnicas nunca estuvieron desligadas de intenciones más profundas: El sistema Bi-Standard, en el que un rollo de película equivalía a dos de los usuales, venía acompañado de una opción de uso paralelo que ofrecía un nuevo formato para la proyección de las películas: el desbordamiento apanoramico.

Val del Omar concebía el cine como espectáculo místico, trascendental y vivencial, y con aportaciones a la industria como el desbordamiento o el sonido diafónico, pretendía generar un lenguaje propio para el formato cinematográfico que estuviera a la altura del medio. Estas patentes se han presentado en el taller en la medida en que manifiestan su interés por esquivar la coacción y la rigidez de la industria cinematográfica,a través de la creación de artificios que amplian, mediante una economía de recursos, la espectacularidad y la trascendencia del medio.

Paralelamente a estos aparatos pensados para un uso colectivo e industrializado, desarrolló diversos artilugios ópticos que empleaba en la creación de sus elementales o  más tarde en las experiencias del PLAT. Su relación con estos artilugios, rudimentarios pero exactos para su función, es la que más se ha trabajado en el taller; Pues a pesar de que en las nuevas tecnologías parecía encontrar el lugar en el que reinventar el medio y conseguir el extrañamiento del espectador,  en estas técnicas sencillas encontró un contexto mucho más directo en el que experimentar con las posibilidades espectaculares de una fotografía del tiempo, más allá del cine.

En las distintas sesiones teóricas se ha reflexionado sobre las inquietudes de Val del Omar acerca del cine como instrumento revelador de lo invisible. Sus conceptos han sido desplegados, más que como ideas adelantadas a su tiempo, como cuestiones atemporales presentes desde los inicios de la experimentación con el artificio óptico.

Más allá de juguetes ópticos para el divertimento de una sociedad burguesa, en los inicios de la fotografía y el cine, encontramos artífices que, al igual que Val del Omar, intuyeron en el artificio, como prótesis al ojo incapaz de ver, un instrumento revelador de lo invisible.

Antes de que se asentaran las bases de un único espectáculo cinematográfico, fueron muchas y variadas las experiencias que se desarrollaron: Proyecciones sobre agua, sobre humo, desbordamiento de las proyecciones de linterna por toda la sala, efectos de sonido repartidos por el espacio, fantasmagorías con efectos de un protozoom… estrategias más que inventos, que generaban un espectáculo singular.

En las distintas sesiones teóricas se han abierto vías de relación entre estas experiencias precinematográficas, los propios conceptos y artificios propuestos por Val del Omar y experiencias artísticas contemporáneas, con el fin de ofrecer una visión del cinemista heterogénea y atemporal, al margen de un contexto cinematográfico.

Val del Omar y el artilugio óptico

Para Val del Omar el cine, como revelador de la mecamística, se convierte en un instrumento de acceso hacia aquello que intuimos pero no podemos ver.
A través de sus elementales pretendía acercarse a la realidad evitando representarla, sino hacerla presente: Tomar el pulso y la temperatura a la naturaleza. Satisfacer el instinto de posesión de la visión y palpar la imagen a través de la pantalla.
Val del Omar decía querer poseer un lenguaje de la verdad. Para ello debió desprenderse de los lenguajes viciados, cerrar los ojos para ver. Como un ciego que palpa, encontró en el tacto el sentido mediante el cual iluminar.
La “visióntactil”, el “palpicolor”, el “cromatacto” o la “óptica biónica energética ciclo-tactil”, surgen como conceptos y prácticas que pretenden este extrañamiento de la imagen, mediante la reproducción artificial de fenómenos propios de  nuestra visión. El cine como una super-natural visión, pero extraña.
Colocar al espectador en una posición incómoda. Situación en la que los recursos, para los que ha sido insensiblemente entrenado, sean inútiles, obligándole a enfrentarse a la imagen desde una nueva posición. Esquivando esta especie de cibernética de compensación por la que asimilamos una visión bidimensional de una realidad de tres dimensiones.

Val del Omar intuía la visión como latido, compuesta por un movimiento de ida y otro de vuelta.
En su obra encontramos por un lado el artefacto como movimiento de ida, consciente e instintivo, que concentra, presiona y obtiene la sustancia; por otro el movimiento de vuelta que trae la noticia, la imagen revelada que se antepone al propio aparato, eclipsando los esfuerzos técnicos, sacando de sí tanto al espectador como al propio autor.

Mediante la descripción de los recursos empleados en el PLAT para dotar de tiempo a la imagen a través de deformaciones entendidas como signos de la propia visión, así como de los medios empleados en el precine para dotar de tiempo y movimiento a la imagen sin la necesidad del cinematógrafo, y ciertas experiencias del arte contemporáneo, lugar en el que una estrecha relación entre técnico y creador sigue vigente, se ha procurado crear un contexto sugestivo para que los matriculados en el taller se aventurasen a experimentar por ellos mismos estos conceptos descritos.

Taller Val del Omar

Taller Val del Omar

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