Madera, cartón y material eléctrico. 116 x 35 cm.
En Doner el punto de partida es la postura de la emperatriz en la hoguera. Su silueta es fragmentada verticalmente y reconstruida a partir de ruedas de cartón. Es precisamente esta desviación del centro lo que revela, al girar, un sinuoso movimiento. El aspecto final de la pieza puede recordar a los trozos de carne ensartada que se asan mientras giran, lo que nos devuelve al sentido original de la escena.